La expulsaron de una colonia para personas con discapacidad
Nos han echado de muchos lugares, pero esa vez fue la que más me sorprendió.
El año pasado para vacaciones de invierno quería que Paloma no estuviera todo el día sola en casa aburrida.
Porque el aburrimiento es uno de los disparadores de sus crisis.
Encontré un club donde había un grupo de educadores especializados en discapacidad, que trabajaban durante el año brindando un espacio deportivo y recreativo los sábados a los chicos con discapacidad.
En vacaciones de invierno hacían lo mismo pero toda la semana.
Me dije: ¡por fin encontré algo “adecuado” para ella!
Les conté de sus crisis, de sus gustos y especialmente que ama estar en la pileta y les iba a costar el momento de salir.
Respondieron que estaban acostumbrados, que conocían esas situaciones y sabían cómo manejarlas.
Ok. 🤷🏻♀️
Conclusión: al segundo día me llamaron para que la retire acompañado con un “no te la podemos recibir más”
Claro, había tenido una crisis y no supieron cómo resolverla.
Obviamente la crisis fué porque no quería salir de la pileta.
La solución a esto es muy fácil pero las “reglas” no lo permiten.
¿Sabés cuál es?
Que dejen entrar a la madre aunque sea el primer día para que la ayude a organizarse en los tiempos y el espacio. Que haga el apoyo necesario para que se sienta segura en un lugar completamente desconocido.
Pero no, las madres afuera….
Y si, eso implica, la nena afuera también.
Lo más triste es que Paloma estuvo un año entero pidiendo volver. Me sacaba el teléfono y los llamaba, o les mandaba mensaje.
Eso me rompía el corazón.
Fué a otra colonia en verano pero los primeros días se ponía muy mal porque no tomábamos el colectivo que llevaba a ESA colonia.
¿Por qué te cuento esto?
Considero que es importante que las madres podamos acompañar en los primeros momentos de cualquier actividad de los chicos con autismo, porque los ayuda a adaptarse teniendo el apoyo de la seguridad que le brinda la mamá.
Claro, pero si trabajás en relación de dependencia fuera de casa, durante todo el día, eso no es posible.
Por eso cada día cuando me levanto agradezco que las necesidades de mi hija me llevaron a tener una vida libre de espacio tiempo.
Trabajo mucho, si. Pero con mi tiempo hago lo que quiero.
Por ejemplo elegir espacios para ella donde tengan la flexibilidad de adaptar lo que necesita ella para disfrutar de la actividad.
PD: Eso de los espacios “adecuados” …. evidentemente no es tan simple como poner un cartel que diga “Asociación civil deportiva para la discapacidad argentina”.
El título y la intención no lo convierte automáticamente en “adecuado”.
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Gracias!