El sábado pasado viajé a otra cuidad porque estoy cursando un posgrado que es virtual pero esta vez se hacía presencial. (Por eso no pude mandar el mail de los sábados).
Pasé una noche fuera de casa y los dos días completos. Pero esto no tiene importancia.
Lo que importa es que para que yo pueda hacer lo que me gusta y seguir formándome, el apoyo de mi marido es fundamental.
A medida que Paloma va creciendo cada vez en más difícil dejarla al cuidado de otra persona.
Nosotros tenemos la suerte de vivir los tres juntos. Somos solo Paloma y nosotros dos. Y cuando tengo que viajar como el fin de semana pasado, él se queda 100% con ella.
Estoy convencida que las mamás podemos todo, podemos ocuparnos de la crianza mientras trabajamos. Podemos reinventarnos.
Pero sin ayuda, cuando hay una discapacidad en la ecuación, no es tan posible.
Y a mi me tocó la suerte de que mi marido no abandonó el barco, como lo hacen muchos. Pero además lo capitanea, paternando como Palo necesita, haciendo la comida y las compras. Lavando platos. Llevándola a las terapias.
Soy consciente de que esto no es común.
Pero tengo claro que la mayoría de las madres que se quedan solas es porque al lado tenían alguien lleno de miedo, incapaz de hacerle frente a lo que sea.
A nosotras nos basta con el amor que sentimos por nuestros hijos/as para enfrentarlo todo. Pero no siempre es así en los padres.
Mi hija tiene una vida cotidiana donde hay una mamá disponible 24 horas, y un papá que sostiene eso y que puede disfrutar con él todos los días.
Y yo como mujer, como persona, cuento con el apoyo infinito de un gran compañero. Que sostiene la posibilidad para que yo trabaje y me siga capacitando.
Si en tu caso no contás con ese soporte, pensá que para expandirte y ser vos misma, es necesario contar con un apoyo, con una red.
No estés sola!
No te desconectes!
Pedí ayuda!
Es por el bien de tu hijo/a y vos.
Si leés esto y sentís que necesitás esa ayuda escribime que algo podemos hacer.
Es importante que nos unamos para juntas dar un mensaje de inclusión al mundo.
Si la sociedad no tuviera miedo a lo diferente, y fuera más inclusiva, los padres no tendrían miedo o rechazo a su hijo/a por ser diferente. Y habría muchos más niños y niñas disfrutando de ellos. Y muchas más madres emprendiendo y formándose para progresar y liderar sus vidas.
PD: Gracias G. por ser ese gran apoyo para mi y el pilar fundamental para Paloma.
Y a todos los papás que SI eligen quedarse a enfrentarlo todo juntos.
Ellos ya están dando un mensaje de amor e inclusión al mundo ejerciendo su función a pesar de todo.
Ay, cuánta belleza en este comentario! Esta vez lloro de emoción, de gratitud. Es una sensación de plenitud aun frente a la dificultad. Los admiro profundamente por lo que dan, por lo que han crecido, por lo que son cada día, por ampliar la mirada, por dejarse inundar por el amor. Para todas las cosas de la vida no hay manera de crecer sin amor. Los abrazo.